La mesa y el vino

Inspirado en el cuadro "Down Under" de una amiga artista de la pintura, Karim

Dice un poeta de la mùsica, “al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver...” , sin embargo yo regreso siempre en mis sueños.

No quiero volver , mas regreso despuès de tantos años
al sitio donde fui feliz pero en una dimensiòn lejana.
Dejas tu puerta entreabierta permitièndome de nuevo penetrar tu espacio ya invadido
por otro amor, la distancia y la melancolìa.

Hay una persona esperàndome.
Tiene un mapa geogràfico en sus manos con los accidentes de tu vida,
Rayos de sol reflejados en la mesa,
una copa vacìa y un cenicero sin dueño,
un cuchillo para picar el pan de cada dìa,
un papel doblado con nuestra historia de amor en la botella,
la misma que confinastes en el olvido
y que navegò por años junto al cuadro de una artista a travès de una rìa,
esa que pasa entre dos tierras pròximas,
la tuya y la mìa.

No mientas cariño, tu eres la persona que me esperas,
la gitana de la palma de mi mano izquierda me lo ha dicho,
mas no comprendo por què sientes cobardìa
y disimulas tu timidez bajo una màscara de fiesta,
cuando sabes bien que aunque no quieras
soy ausencia y presencia en tu camino.

Me extiendes tus manos poderosa
y como en un suspiro me veo encima de la mesa
bailando para ti la danza ritual de los canguros.
La copa se va llenando de vino,
el olor del cigarrillo embriagando al destino,
un corazòn en pàlpito y la mesa voluptuosa
dejaron un espacio para los besos añorados
y las caricias abandonadas por los siglos.

Nuevamente tu puerta se convierte en salida,
la dejas entreabierta como de costumbre,
volverè pronto con el amanecer del dìa
a derramar el vino en tu copa y en tus labios
y colmar tu cenicero con perfume de cenizas.