lunes, 24 de mayo de 2010
Cedro de Beirut
Para mi amigo libanès,huèsped permanente en mi corazòn.
Quisiera tener un àrbol de cedro en el jardìn de mi casa que me recuerde el banco de nuestra escuela donde hablàbamos sin palabras, sentir la luz de tus ojos negros que me indiquen la senda justa para no equivocarme de nuevo, acariciar los dedos de tus manos entrelazados a los mìos y sentir como me desnudas el alma con ellos.
Cuando el deseo es fuerte, el ansia no espera , inmersa en tu dimensiòn lejana, a tu hora y en tu momento estarè siempre.
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